Los amigos son del futuro

Los amigos….esos seres extraordinarios que aparecen en tu vida y permanecen por un largo tiempo convirtiéndose en cómplices, testigos y compañeros de nuestra experiencias de vida.
Para algunos, son como hermanos pero sin el parentesco de la sangre. Tienen el mismo aprecio y amor como su hubieran nacido de la misma madre. Para otros, los amigos son personas que llegan a nuestra vida a enseñarnos cosas que quizá la familia jamás se hubiera permitido mostrarnos. Cuando pienso en los amigos pienso en el pasado. Amigos de la infancia, que estudiaron en el mismo colegio que el mío, o los amigos de la juventud, cómplices de aventuras de adolecentes rebeldes (aunque debo confesar que no fui tan rebelde como mis padres hubieran querido. Ja!); o los amigos de universidad, que muchas veces fueron novios clandestinos, que se convertían en personajes perfectos para cuando querías llamar la atención de quien verdaderamente querías como pareja.

Amigos…cómplices, testigos, hermanos, pasado. Y, ¿Qué hay de los amigos del futuro? ¿Alguna vez te has puesto a pensar en los amigos que aún te falta por conocer? ¿Cómo es que llegan los amigos a nuestra vida? ¿Por coincidencias, caprichos de la vida, o porque tenemos intereses similares que nos permiten compartir un mismo espacio social?
Recientemente leí acerca de los amigos y cómo ellos llegan a tu vida sólo cuando has aprendido lo suficiente para seguir avanzando en tu camino. Los amigos no son necesariamente personas que hacen parte de tu pasado, sino de tu futuro; son personas que están esperando que tu aprendas esa lección única y especial que te permitirá crecer y avanzar en esta bella experiencia de vivir, y sólo cuando tu lección es evidente para tu vida, aparecen ellos para continuar cultivando nuestro camino.
Así que la próxima vez que conozcas a alguien en algún lugar y sientas que puede hacer parte de tu vida como testigo, cómplice o hermano, reflexiona sobre lo que has aprendido en los últimos días y lo mucho que habrás crecido como persona.
Felicidades! La vida entonces te habrá premiado con un gran amigo! 🙂